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1914

Este concierto presenta obras que fueron compuestas justo antes del estallido de la Primera Guerra Mundial. La obra más temprana es la Sonata de Scriabin, que data del verano de 1913, seguida por el Dúo de Kodály, compuesto en 1914 y el Trío de Ravel, que el músico terminó con premura para poder partir a la guerra. 1914 es una captura fotográfica del momento previo de la vida de tres personas radicalmente dispares por su talante, bagaje cultural y aproximación a la composición, antes de verse arroyadas por el acontecimiento que sacudiría Europa entera. Sus principios, sin embargo, no eran tan distintos: ni Ravel, ateo internacionalista que apoyaba el movimiento obrero, ni Kodály, reconciliador católico interesado en la pedagogía y la música de su pueblo, ni Scriabin, místico universalista, quisieron ser partícipes de tan cruenta hecatombe. Scriabin, aunque esperaba el amanecer de una nueva época, moriría antes del fin de la guerra que marcaría el inicio de la era contemporánea. Para Kodály, 1914 significó el inicio de una larga espera antes de que sus composiciones fueran publicadas y estrenadas, debido al impacto geopolítico que la guerra tuvo en Hungría. Para Ravel el conflicto supuso la pérdida en combate de muchos de sus amigos, lo que deterioró su fortaleza física y emocional y repercutió en la disminución notable de su ritmo productivo a partir de entonces.

PARTE I

 

Sonata para piano de A. Scriabin Op. 70 no. 10 (1913) – 10 min.

Esta fue la última sonata compuesta por Scriabin antes de su extraña muerte por una septicemia (infección general de todo el cuerpo) provocada por un furúnculo de su barba. Scriabin era un místico afín a los círculos teosóficos, algo que repercutió desfavorablemente en la acogida que tuvo su música. Cuando murió estaba componiendo una obra multidisciplinar concebida como una síntesis religiosa universal que pretendía estrenar en el Himalaya. Su estreno, según el compositor, provocaría el amanecer de un nuevo mundo. Aunque esta sonata no es tan ambiciosa, recoge ese misticismo que se acentúa a lo largo de la vida del compositor. Scriabin se ancla en la tradición del piano romántico de Chopin, sin embargo en las últimas sonatas deriva hacia una disolución de la tonalidad. Ésta se produce a través de la escala octatónica y posteriormente a través de acordes y escalas sintéticos desarrollados por el compositor, como el acorde “místico”  do, fa #, si b, mi, la, re, que se convierte el baluarte de las experimentaciones de Scriabin en cuanto a sus posibilidades de modulación.

En una reunión con sus amigos Scriabin confesó que esta sonata es una sonata de “insectos”, siendo los insectos “los besos del sol”. Es una sonata notablemente menos atormentada que algunas de las anteriores. Se la conoce también como la sonata de los trinos.

 

 

Duo para cello y violín de Z. Kodály Op. 7 (1914) – 30 min.

Zoltán Kodály (1882-1967) dedicó los años anteriores a la Primera Guerra Mundial para recopilar canciones populares húngaras junto con Béla Bartók. A pesar de la fecundidad de su trabajo, ambos compositores tuvieron dificultades para llevarlo a la escena húngara. Kodály no consiguió su primer concierto público hasta 1910. Al año siguiente ambos fundaron, junto con otros compositores, la Nueva Sociedad de Música Húngara. Desde entonces hasta 1920 Kodály compuso significativas obras de cámara para la Sociedad, incluyendo el Dúo para violín y violonchelo (1914) y la Sonata para violonchelo solo (1915). El rasgo principal de este dúo es su carácter improvisado derivado del estilo parlando rubato propio de algunas músicas folclóricas húngaras. Kodály emplea temas folclóricos en la obra, pero lo que resulta más interesante es el modo rapsódico con el que improvisa sobre ellos. El primer movimiento, de forma sonata, tiene un primer tema rapsódico y un segundo tema ritmicamente más estricto. En el Adagio, cada una de las dos primeras secciones introducen un tema que seguidamente desarrollan en un estilo improvisado. La tercera sección es una sorprendente fuga doble de dos temas fuertemente contrastantes. La introducción lenta del Final es como una extensión del Adagio, que cita alguno de sus temas. En el Presto, Kodály emplea una canción popular infantil sobre el ritmo conductor de un ostinato.

 

 

 

PARTE II

 

Trío en la menor de M. Ravel (1914) – 30 min

Cuando Ravel comenzó a escribir esta obra en el verano de 1914, llevaba seis años planeando componer un trío. En una ocasión el compositor le dijo a un alumno suyo “el trío ya está compuesto, ahora solo me queda encontrar los temas”. El trío es peculiar por sus efectos tímbricos, su riqueza armónica y rítmica y el uso contrapuntístico de los temas, tanto en el aspecto melódico como rítmico. De hecho, está dedicado al profesor de contrapunto de Ravel, André Gedalge. Es una bellísima obra que supone un reto para los intérpretes por su brillante virtuosismo.

Durante el verano de 1914, para componer el trío, Ravel se instala en el País Vasco francés, de donde era originaria su madre. Así surge el primer movimiento en estilo de Zortziko. En él se recoge la rítmica de esta danza vasca en 8/8, que Ravel subdivide en 3+2+3.

El segundo movimiento, Pantoum, tiene su origen en una métrica poética de Malasia, en la que la segunda y cuarta línea de cada estrofa de cuatro versos se convierten en la primera y tercera línea de la siguiente estrofa de cuatro versos (y así sucesivamente), cambiando cada verso su significado sutilmente con cada repetición.

El tercer movimiento, Passacaille, comienza con ocho compases en los que el piano presenta el tema (derivado del tema del Pantoum). La pasacalle es una forma que encuentra su origen en la España del siglo XVII, en la que un bajo ostinato escrito en ritmo ternario es la base repetitiva y fundacional de toda la obra y resto de voces.

El cuarto movimiento también se decanta por ritmos asimétricos, predominando el 5/4 y también el 7/5. Es un movimiento brillante, con efectos coloristas sorprendentes.

Los dos últimos movimientos fueron escritos a toda prisa, pues el estallido de la Primera Guerra Mundial el 28 de Julio de 1914, hizo que Ravel decidiera alistarse en el ejército. Fue ésta una curiosa y férrea decisión para un pacifista como él a quien los intentos de sus amigos no lograron disuadir. El compositor dejó el manuscrito del trío como si de una obra póstuma se tratase, con todo tipo de indicaciones para que su amigo A. Casella pudiera editarlo si a él le ocurría algo en el campo de batalla. Por suerte para los que amamos su música, debido a su pequeña estatura y débil complexión, Ravel se vio obligado a participar en la guerra como conductor de camiones y ambulancias y no como soldado, lo cual aumentó sus probabilidades de supervivencia. El trío fue estrenado en París en 1915 por A. Casella al piano, G. Willaume al violín, y L. Feuillard al cello.

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